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martes, 29 de octubre de 2013

Salvados: Entrevista a Arturo Pérez-Reverte

Arturo Pérez-Reverte desgrana la sociedad española a través de la historia y de nuestra propia idiosincrasia en el actual contexto de crisis en España.

lunes, 28 de octubre de 2013

"Control tecnológico"

“Términos y condiciones de uso”

Cada vez que nos conectamos a algún servicio o utilizamos una aplicación, aceptamos una larga lista de términos y condiciones de uso; textos que están diseñados para que se lean con dificultad, para ser invisibles y de difícil acceso. ¿Sabemos realmente lo que aceptamos cada vez que hacemos click?
Los consumidores pierden 250.000 millones de dólares al año por culpa de lo que se oculta en la letra pequeña
Leer las políticas de privacidad es algo que no solemos hacer. De hecho, si leyéramos todo lo que aceptamos, dedicaríamos a ello 180 horas cada año, el equivalente a un mes de trabajo. Sin embargo, estos acuerdos permiten a las empresas hacer cosas con nuestra información personal que ni siquiera podemos imaginar. Según el Wall Street Journal, los consumidores pierden 250.000 millones de dólares al año por culpa de lo que se oculta en la letra pequeña.
Hay compañías de las que nunca se oye hablar que dicen tener unos 1500 datos sobre el ciudadano estadounidense medio. Todo: si eres diestro o zurdo, qué clase de perro tienes, en qué perfil psicológico encajas..
Acceder a determinados servicios a través de la web implica el cumplimiento de una serie de normas que se describen en un acuerdo de usuario, un concepto bastante nuevo, ya que hasta ahora no era necesario firmar acuerdos de usuario para disponer de una línea telefónica terrestre, ni para ver la tele, ni para leer un libro...

http://www.rtve.es/alacarta/videos/programa/noche-tematica-terminos-condiciones-uso/2101947/




Traficantes de armas digitales"

Un simple ordenador o un teléfono móvil pueden convertirse en una trampa mortal para quien los utiliza. Equipos de espionaje digital son empleados por la policía contra los cibercriminales. Son tan invasivos como invisibles. Pero... ¿Qué ocurre cuando algunas empresas occidentales se los venden a las dictaduras del planeta?
A través de acuerdos técnicamente legales, las empresas occidentales venden a estados delincuentes equipos que emplearán con el fin de perseguir a los opositores.

La empresa Amesys se fusionó con Bull, convirtiéndose en uno de los gigantes de la guerra electrónica, con estrechos lazos con la industria de defensa francesa. Bull Amesys tiene como objetivo el mercado global, vendiendo a cualquiera dispuesto a desembolsar el dinero necesario para adquirir dispositivos de seguridad a gran escala. Amesys vendió a la policía política de Gadafi un sistema que le permitía leer emails e intervenir teléfonos móviles.
Los disidentes que viven en una dictadura tienen que aprender a sobrevivir en un nuevo entorno. Se les espía, se les rastrea con GPS y se les monitoriza. Para mantenerse con vida, deben deslizarse a través de las redes digitales. Es una cuestión de vida o muerte. En Siria, la revuelta continúa. Cada día, los insurgentes utilizan las redes sociales para enviar al mundo imágenes de la represión.

 http://www.rtve.es/alacarta/videos/programa/noche-tematica-traficantes-armas-digitales/2101647/

fuente:rtve.es

martes, 22 de octubre de 2013

El aluminio en la vida diaria

Documental alemán que muestra el auge de la presencia del aluminio en la vida diaria y las críticas que origina debido a la contaminación y la gran cantidad de energía que necesita para su extracción. Presente en los cosméticos, desodorantes, vacunas y medicamentos. Cada vez hay más evidencias que muestran que juega un papel muy importante en la génesis de enfermedades como alergias alimenticias, alzheimer o el cáncer de mama y otras plagas de la civilización moderna. ¿Es capaz el aluminio de convertir una célula normal en una célula cancerosa?

http://www.youtube.com/watch?v=MZCG0iWwK6I

miércoles, 16 de octubre de 2013

El escarabajo verde - Si te dicen que comí

Más allá de los escándalos alimentarios que periódicamente salpican los informativos, otro tipo de tóxicos llega a nuestro cuerpo incorporado en el carrito de la compra del día a día. El fraude alimentario detectado en Alemania, donde se hallaron dioxinas en los piensos con que diversas granjas alimentaban a sus cerdos que luego vendían, es una muestra más y representa, para algunos, sólo la punta del iceberg de un sistema de seguridad de los alimentos demasiado frágil.


http://www.youtube.com/watch?v=NaFZACYFP84

Consumo, el imperio de los sentidos

Cada día recibimos miles de estímulos publicitarios y tomamos decisiones de compra pero... ¿Somos libres al tomar esa decisión? ¿Nos guía la razón al inclinarnos por un determinado producto? ¿Qué hacen marcas y tiendas para atraernos? ¿Cómo se activa el llamado botón de compra?

jueves, 3 de octubre de 2013

La crisis como excusa para una doctrina del shock

Dice Naomi Klein que la estrategia de la doctrina del shock, ideada por el economista Milton Friedman y puesta en práctica por sus poderosos seguidores -desde presidentes estadounidenses hasta oligarcas rusos, pasando por dictadores del Tercer Mundo, catedráticos de universidad o directores del Fondo Monetario Internacional-, consiste en “esperar a que se produzca una crisis de primer orden o estado de shock, y luego vender al mejor postor los pedazos de la red estatal a los agentes privados mientras los ciudadanos aún se recuperan del trauma, para rápidamente lograr que las “reformas” sean permanentes”.

El propio Friedman describió así la táctica del capitalismo contemporáneo:
“Solo una crisis -real o percibida- da lugar a un cambio verdadero. Cuando esa crisis tiene lugar, las acciones que se llevan a cabo depende de las ideas que flotan en el ambiente. Creo que ésa ha de ser nuestra función básica: desarrollar alternativas a las políticas existentes, para mantenerlas vivas y activas hasta que lo políticamente imposible se vuelva políticamente inevitable”.

Chile se convirtió en el primer escenario donde se aplicó la doctrina del shock. Allí la “crisis aprovechable” fue el golpe de Estado de Pinochet y la represión impuesta por él. Aquello allanó el camino para imponer grandes transformaciones económicas en un breve periodo de tiempo. Friedman, que asesoró a Pinochet, predijo que las características de esos cambios económicos provocarían una serie de reacciones psicológicas en la gente que “facilitarían el proceso de ajuste”. A ese proceso lo llamó el “tratamiento de choque” económico.

En el caso de Irak el shock colectivo lo provocó la invasión, los bombardeos, dentro de una operación denominada precisamente “Conmoción y pavor” - ”Shock and awe”- con el objetivo de “controlar la voluntad del adversario, sus percepciones y su comprensión, y literalmente lograr que quede impotente para cualquier acción o reacción”, según los autores del documento de doctrina militar que llevaba el mismo nombre. Tras ello, Paul Bremer decretó privatizaciones masivas en Irak y la liberalización del mercado.

Friedman era ya un anciano cuando se produjo la inundación de Nueva Orleans en 2005, pero también vio en aquello una oportunidad. Y así lo escribió en The Wall Street Journal: “La mayor parte de las escuelas en Nueva Orleans están en ruinas. Esto es una tragedia. También es una oportunidad para emprender una reforma radical del sistema educativo”.

Dicho y hecho. Tras el huracán Katrina, think tanks y grupos estratégicos se abalanzaron sobre la ciudad estadounidense con el propósito de convertir los colegios de Nueva Orleans en “escuelas chárter”; es decir, escuelas públicas que pasarían a ser gestionadas por instituciones privadas. ¿Os suena?

Aquí en España el escenario del shock no lo provoca un golpe de Estado ni una invasión ilegal con bombardeos masivos, ni una inundación de consecuencias catastróficas, sino la propia crisis económica. Es ella la justificación de la que se sirve el Gobierno -y sobre todo, los poderes económicos y financieros que auspician sus medidas- para abordar un tratamiento de choque económico que nos receta descargas eléctricas de forma continuada hasta provocar un cortocircuito en nuestra capacidad de respuesta o, dicho en palabras de Friedman, reacciones psicológicas que facilitan “el proceso de ajuste”.

Con la excusa de responder contra la crisis, se nos impone más crisis para crear una modificación permanente a través de recortes drásticos en derechos y servicios sociales: Nada volverá a ser lo que era.

No hay mes en que no nos desayunemos con alguna nueva medida que quiebra aún más nuestra posibilidad de vivir con cierta dignidad y bienestar. No hay tiempo para asimilar. La rapidez con la que se están acometiendo las ‘reformas’ impide una capacidad de reacción continuada ante tantos nuevos frentes. Cuando se denuncia el desagüe por el que se nos esfuma la educación pública, nos comunican nuevos tijeretazos en la sanidad; cuando ponemos empeño en detener desahucios, se reforman las pensiones para devaluarlas. Y así, un largo etcétera.

Pero incluso en este negro escenario la reacción de la sociedad civil importa, y mucho. Por ello organismos como el Fondo Monetario Internacional están pendientes de la respuesta ciudadana. Cuando en el Egipto de 2008 surgieron grandes protestas en ciudades y fábricas, la preocupación era que estas pudieran “impedir a Mubarak acometer su reforma económica”, consistente en la liberalización del mercado, privatizaciones masivas y recortes de los servicios sociales.

Ahora que el FMI vigila a España de cerca -con su propio “hombre de negro” destinado en nuestro país para supervisar de cerca el rescate de la banca con nuestro dinero-, es interesante observar qué dice de nosotros. Su informe de agosto destaca que “la situación política parece estable pero la tensión social podría comprometer el esfuerzo de reforma. El gobierno tiene una amplia mayoría, no habrá elecciones generales hasta finales de 2015 y solo se ha enfrentado a disturbios sociales limitados”. Y prosigue:
“Pero el contexto económico ha reducido la popularidad de los dos principales partidos, lo que podría hacer que el apoyo público a nuevas y difíciles reformas fuera más complicado”.
En los despachos del poder se observa con preocupación el descenso de las dos organizaciones políticas que sostienen el bipartidismo y se mide el pulso de la sociedad civil, de la ciudadanía activa. Hasta ahora, los ‘disturbios’ sociales les parecen limitados. ¿Y si crecieran? Probablemente aumentaría la carga de electroshocks, con todo tipo de estrategias: mayor represión, medidas que crean más pobreza, e incluso mecanismos para hacer tambalear, desde dentro, a los grupos organizados.

Mientras que 2011 fue el año del despertar, de las revueltas árabes, de los indignados, del movimiento Occupy, 2013 podría ser su reverso. Hubo un momento hace dos años en que la calle fue capaz de imponer agenda en el debate público. Pero el poder tomó rápidamente la delantera, y ahora la agenda oficial nos bombardea. Aun así se ha construido tejido social y político con capacidad para responder a determinadas estafas. No es todavía suficiente para evitar el tratamiento de choque. Pero todo suma.

Mientras haya memoria, conciencia y resistencia, se estará abriendo un camino para un futuro diferente al que nos tienen preparado. De momento se está erosionando el monopolio de la verdad. El poder tiene los mecanismos para seguir gobernando contra los intereses de la mayoría. Pero no está siendo capaz de inocular su mentira en la sociedad. Por ahora dispone de impunidad, pero carece de hegemonía moral. Y esto, ya de por sí, simboliza toda una grieta en el tenebroso tratamiento de choque de la doctrina del shock.


 fuente: http://www.eldiario.es/zonacritica/crisis-excusa-doctrina-shock_6_181341879.html





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