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lunes, 18 de enero de 2016

El TTIP dará a las multinacionales un pase vip para cambiar las leyes

En el nuevo escenario pierden protagonismo los lobbies que presionan para derogar leyes, importa menos inventar tretas para burlar a los reguladores: cuando suba el telón tras el que Washington y Bruselas negocian con sigilo el TTIP las corporaciones directamente podrán poner nuevos ases sobre la mesa, sin tener que mantenerlos ocultos en la manga.

La cooperación reguladora es uno de los órganos vitales de este tratado de libre comercio, y puede servir de pase VIP a las empresas para sentarse a la mesa con los legisladores, retrasar la entrada en vigor de regulaciones e influir en el proceso de desarrollo de nuevas normativas, forzando a los máximos legisladores de ambos lados del Atlántico a tener en cuenta sus "sugerencias" incluso antes de que estas leyes hayan sido aprobadas, o de que los representantes políticos democráticamente elegidos de los 28 las conozcan. Todo, con el fin de acabar con las normativas que supongan "barreras al comercio" en distintos sectores, aunque estas barreras sirvan para proteger a los consumidores o al medio ambiente.

Así se desprende del último informe del Observatorio Corporativo Europeo (CEO) al que Público ha tenido acceso en primicia en España, y que viene a confirmar las informaciones publicadas por este diario. Un peligroso dueto regulatorio: cómo la cooperación reguladora transatlántica en el marco del TTIP permitirá a burócratas y multinacionales atacar el interés público pone su punto de mira en uno de los apartados más criticados del Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP, en inglés), que supone "la usurpación de la democracia", y que "afectará profundamente al proceso de toma de decisiones", "suponiendo un riesgo para la acción de regular por el interés público". "El infome demuestra que el TTIP nació del diálogo entre las grandes empresas y los legisladores en materia de comercio", apunta el texto.Teniendo en cuenta que los negociadores de Washington se resisten a publicar sus líneas rojas y propuestas en el marco del TTIP, y que Bruselas se ha visto obligada a hacerlo tras varias filtraciones y críticas a su opacidad, los investigadores del CEO se han centrado en la documentación que sólo recoge la oferta europea, su punto de partida. Como avanzó este diario en base a una filtración del mismo organismo, la UE persigue la creación de un Cuerpo de Cooperación Reguladora en el que tendrán asiento la Comisión Europea y las autoridades estadounidenses. Este organismo hará públicas las normativas y estándares que se desarrollen a este nivel a ambos lados del Atlántico al menos una vez al año, para que las "partes interesadas" se pronuncien, vehiculizando así el "diálogo con estas partes" y quedando reflejada por escrito la importancia de tener en cuenta sus "sugerencias".

Entre estas partes técnicamente también estarían las organizaciones civiles, pero la trampa está en la enorme diferencia entre los recursos que estas manejan y los de las grandes multinacionales, o en el hecho de que estas organizaciones no tendrían voz en los cuerpos sectoriales que vertebrarían este organismo, en los que realmente se tomarían las decisiones. Por no hablar de la forma de repartir tiempos y sillones, que hoy no está clara. Sin embargo, teniendo en cuenta que el 83% de las reuniones de la Comisión Juncker sobre el TTIP tuvieron como interlocutores a los lobistas empresariales —según el CEO—, parece fácil adivinar quiénes serán los principales beneficiados.

De consolidarse el modelo que plantea Bruselas, esta línea directa entre legisladores y corporaciones quedaría legitimizada e institucionalizada, por lo que las multinacionales podrían presionar para abortar nuevas legislaciones aunque estas normativas apenas estuvieran en fase de esbozo. De hecho, teniendo en cuenta que el acuerdo aún se está negociando, el estudio no puede acotar más qué supondría este pase VIP para empresas, pero advierte de la enorme dimensión que tendría la cooperación reguladora en el TTIP con las cartas que hoy están sobre la mesa: englobaría desde la concesión de licencias y autorizaciones para prestar servicios hasta las condiciones de fabricación de los productos. "Incluso a las directivas relacionadas con aspectos sociales o de laborales".

Las diferencias entre el marco normativo estadounidense y el europeo son evidentes. Sin ir más lejos, mientras en EEUU se aplica el principio de la ciencia probada en el Viejo Continente se utiliza el principio de precaución, lo que en la práctica supone controles mucho más estrictos para producir y comercializar ciertos bienes. Las grandes corporaciones norteamericanas han cargado contra esta forma de actuar en varias ocasiones, y un nuevo acuerdo de cooperación reguladora podría servirles como blindaje.

Como recuerda el estudio, fue la propia Cámara de Comercio de EEUU quien se refirió a la cooperación como "a gift that keeps on giving", algo así como un "regalo" que nunca deja de dar frutos. Y el hecho de que la posición de la Comisión sobre este asunto esté en la línea de los principales grupos de presión europeos, que haya trabajado "muy cerca" del sector farmacéutico o automovilístico o que simplemente haya "asumido sus propuestas" en algunos casos viene a reforzar los temores del CEO y de otros actores.

"La propuesta de la UE supone una surrealista institucionalización de la actividad de lobby", afirma la directora de la Asociación de Consumidores Europeos, Monique Goyens, citada en el texto.

Hasta la fecha, los negociadores de ambos lados han insistido hasta la saciedad en que esta cooperación reguladora no supondrá una bajada de los estándares de protección, pero como sostienen distintos partidos políticos y organizaciones civiles, y como recuerda el informe, los precedentes sirven, cuanto menos, para poner en duda sus palabras.

Un enemigo conocido

"La cooperación reguladora no va sobre encontrar formas de estimular los derechos de los consumidores; no aspira a incrementar la protección laboral ni pretende reforzar la protección del medio ambiente: va sobre hacer las regulaciones más coherentes, especialmente para las compañías transnacionales, a través de la liberalización o la desregulación, y eso supone una seria amenaza a las normas de protección", reza el informe.

El estudio del CEO recuerda que la cooperación reguladora no es algo nuevo, pero advierte que en el caso del TTIP adquiriría mayores proporciones porque lo acordado en este marco sería de obligatorio cumplimiento, como no ocurría con acuerdos anteriores. Como precedente, los investigadores recuerdan la formación del Diálogo Comercial Transatlántico en 1995 (TADB), en el que participaron algunas de las mayores compañías europeas y estadounidenses, y que les sirvió para dar grandes pasos en materia de cooperación reguladora.

Uno de los ejemplos sobre los que asientan su tesis tiene lugar en 2008, con el estallido de la crisis económica. Sólo unos años antes, las autoridades europeas lanzaron una nueva normativa de supervisión económica que afectaba también a las grandes corporaciones financieras norteamericanas operando en los 28. La presión de estas empresas sirvió para que finalmente consiguieran seguir siendo sometidas a la supervisión de las autoridades norteamericanas, pero con el estallido de la crisis "se reveló que ni EEUU ni las autoridades financieras de la UE tenían ni idea de lo que ocurría con las cuentas del gigante de los seguros AIG". Como resultado, la crisis se agudizó y la administración estadounidense invirtió 170.000 millones de euros de dinero público en rescatar a AIG. Y este es sólo un ejemplo, ya que el informe recopila otra media docena de casos en sectores completamente distintos, aunque en esencia el resultado sea siempre similar: la cooperación reguladora reduce costes, pero son los estados, los trabajadores o el medio ambiente quienes sufren las consecuencias.

Con las autoridades de ambos lados del Atlántico apretando el acelerador para cerrar las negociaciones, la cooperación reguladora se dibuja como una de las aristas más peligrosas del acuerdo. Hasta ahora, la mayor parte de la atención estaba puesta en el mecanismo de blindaje de las corporaciones, el ISDS, y en su nueva versión, el ICS. Pero, como advertía la eurodiputada de Podemos Lola Sánchez a este diario, esto podría ser sólo la punta del iceberg. "Me da la impresión de que el ISDS podría ser un señuelo para mantenernos distraídos, para colárnosla. Quizás el verdadero peligro esté en la cooperación reguladora".

Para el CEO, la única solución para esquivar este peligro está clara: hay que poner el freno en la agenda de cooperación reguladora. "Y parar el TTIP sería un sabio primer paso", zanjan.

fuente:http://www.publico.es

viernes, 15 de enero de 2016

Sustancias tóxicas. Víctimas de la moda.

En nuestra vida diaria también convivimos con otras sustancias perjudiciales para la salud, como las que se encuentran en nuestra ropa y zapatos. Casi todas las marcas de ropa tienen sus fábricas en China, Bangladesh o India; los salarios son bajos y la legislación para proteger el medio ambiente es permisiva. Pero no solo en estos países los trabajadores están siendo envenenados. En Turquía hubo cientos de muertes debido al proceso que se utiliza para fabricar vaqueros desgastados

La edad del aluminio

Antitranspirantes o desodorantes y el cáncer de seno

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¿Pueden los antitranspirantes o los desodorantes causar cáncer de seno (mama)?

Los artículos en la prensa y en Internet han advertido que los antitranspirantes (preparaciones para reducir el sudor de la axila) o los desodorantes (preparaciones que eliminan o enmascaran el mal olor) causan cáncer de seno (1). Los informes han sugerido que estos productos contienen sustancias dañinas que pueden ser absorbidas por la piel o entrar en el cuerpo por cortaduras causadas al afeitarse. Algunos científicos han propuesto además que ciertos ingredientes de los antitranspirantes o desodorantes pueden estar relacionados con el cáncer de seno porque se aplican frecuentemente a una zona cercana a los senos (2, 3).
Sin embargo, los investigadores del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), el cual forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud, no están al tanto de que haya una comprobación científica conclusiva que relacione el uso de antitranspirantes o desodorantes en las axilas y la presencia de cáncer de seno a consecuencia de ese uso. La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (U.S. Food and Drug Administration, FDA), la cual regula los alimentos, cosméticos, medicamentos y aparatos médicos, tampoco cuenta con una comprobación de investigaciones que indiquen que los ingredientes de antitranspirantes o desodorantes causan cáncer. 

¿Qué saben los científicos acerca de los ingredientes de antitranspirantes y desodorantes?

Compuestos de aluminio se usan en los antitranspirantes como el ingrediente activo. Estos compuestos forman una cubierta temporal de los conductos del sudor; esta cubierta impide que el sudor fluya a la superficie de la piel. Algunos estudios sugieren que los compuestos de aluminio, los cuales se aplican frecuentemente y se dejan en la piel cerca del seno, pueden ser absorbidos por la piel y causar efectos parecidos a los del estrógeno (efectos hormonales) (3). Ya que el estrógeno tiene la capacidad para fomentar el crecimiento de las células de cáncer de seno, algunos científicos sugieren que los compuestos de aluminio en los antitranspirantes pueden contribuir a la formación del cáncer de seno (3).
Algunos estudios se han enfocado en los parabenos, los cuales son preservativos que se usan en algunos desodorantes y antitranspirantes que, se ha demostrado, imitan la actividad del estrógeno en las células del cuerpo (4). Aunque los parabenos se usan en muchos cosméticos, alimentos y productos farmacéuticos, según la FDA, las marcas principales de desodorantes y antitranspirantes en los Estados Unidos no contienen parabenos en la actualidad. Los consumidores pueden leer la etiqueta de ingredientes para determinar si un desodorante o antitranspirante contiene parabenos. Los parabenos pueden ser identificados fácilmente por nombre; por ejemplo, metil parabeno, propil parabeno, butil parabeno o bencil parabeno. La base de datos de productos domésticos de la Biblioteca Nacional de Medicina también tiene información sobre los ingredientes que se usan en las marcas principales de desodorantes y antitranspirantes.
La idea que los parabenos se acumulan en el tejido del seno fue respaldada por un estudio realizado en 2004, el cual encontró parabenos en 18 de las 20 muestras de tumores de seno humanos (5). Sin embargo, este estudio no probó que los parabenos causan tumores de seno (4). Los autores del estudio no analizaron tejido de seno sano o tejido de otras partes del cuerpo y no demostraron que los parabenos se encuentran solamente en el tejido canceroso de seno (5). Además, la investigación no identificó el origen de los parabenos y no puede confirmar que la acumulación de los parabenos se debe al uso de desodorantes o antitranspirantes.
Se requiere más investigación para examinar específicamente si el uso de desodorantes o de antitranspirantes puede causar la acumulación de parabenos y de compuestos de aluminio en el tejido del seno. También, es preciso investigar para determinar si estas sustancias químicas pueden alterar el ADN de algunas células o causar otros cambios en las células de seno que pueden resultar en cáncer de seno. 

¿Qué han aprendido los científicos sobre la relación entre los antitranspirantes o desodorantes y el cáncer de seno?

En 2002, se publicaron los resultados de una investigación sobre la relación entre el cáncer de seno y los antitranspirantes o desodorantes para las axilas (6). Este estudio no mostró un riesgo mayor de cáncer de seno entre las mujeres que indicaron usar antitranspirante o desodorante para las axilas. Los resultados tampoco demostraron un riesgo mayor de cáncer de seno entre las mujeres que indicaron usar navajas de afeitar (no eléctricas) y antitranspirante o desodorante, ni entre las mujeres que indicaron usarlos en las axilas antes de que pasara una hora de haberse rasurado con navaja de afeitar. Estos resultados se basaron en las entrevistas realizadas en 813 mujeres con cáncer de seno y 793 mujeres sin antecedentes de este cáncer.
En 2003, se reportaron los resultados de un estudio distinto que examinó la frecuencia de afeitarse las axilas y usar antitranspirantes o desodorantes entre 437 supervivientes de cáncer de seno (7). En este estudio, se vio que la edad de diagnóstico del cáncer de seno fue significativamente menor entre las mujeres que usaban estos productos y se afeitaban las axilas con más frecuencia. Además, el diagnóstico de cáncer de seno en mujeres que empezaron esas costumbres higiénicas antes de los 16 años de edad se hizo a una edad menor que quienes empezaron esas costumbres a una edad mayor. Aunque estos resultados sugieren que afeitarse las axilas y usar antitranspirantes o desodorantes pueden estar relacionados con el cáncer de seno, no demuestran que haya una relación entre las costumbres de higiene de las axilas y el cáncer de seno.
En 2006, los investigadores examinaron el uso de antitranspirantes y otros factores en 54 mujeres con cáncer de seno y 50 mujeres sin este cáncer. Se concluyó que no existe una asociación entre el uso de antitranspirantes y el riesgo de cáncer de seno. Sin embargo, los antecedentes familiares y el uso de anticonceptivos orales fueron asociados con un riesgo mayor de cáncer de seno (8).
Ya que los estudios de antitranspirantes y desodorantes y el cáncer de seno han proporcionado resultados conflictivos, se requiere más investigación para analizar esta relación y otros factores que pueden estar implicados.

sábado, 9 de enero de 2016

‘Me obligaron a fusilar a republicanos’

‘Me obligaron a fusilar a republicanos’, conoce la increíble historia de Román Mourín

 

"Teníamos que tirar tres tiros a la espalda y dos a la cabeza. Empezaba la corneta: ti ti ti para que preparáramos. Cuando volvía a hacer ti, tirábamos del gatillo. Todos caían hacia atrás. Se quedaban allí un poco, sangrando. Luego los cargaban en un camión basculante, no sé dónde los enterraban".
Es la desgarradora declaración a VICE News de Román Mourín, soldado del bando franquista durante la guerra de 1936 quien con 22 años fue obligado a participar en medio centenar de fusilamientos.
Román nació en una aldea cercana a Sarria (Lugo), donde todavía vive, a sus 97 años. Era hijo de una ama de cría de los hijos de un ministro del rey Alfonso XIII. El médico del pueblo la seleccionó entre las mejores madres lactantes de la localidad para viajar a Madrid y Román fue criado por su padre gracias a la leche de una burra.
Tras el alzamiento militar, Román se libró por no dar la talla, pero al endurecerse la guerra fue reclutado. En Asturias trabajó picando piedra que después era utilizada como explosivo de aviación y también ejerció de escolta en un campo de aviación donde un millar presos trabajaban forzosamente para reconstruirlo. "Pasábamos hambre todos", explica Román, "pero nosotros podíamos ir a robar maíz al campo", recuerda.
"En la guerra trataba de no matar a nadie pero muchas veces tenía que hacerlo porque si no te mataban a ti". Semanas después, Román, que entonces tenía 20 años, fue movilizado a primera línea de frente donde avanzó con las tropas golpistas y participó en las batallas más duras.
"Los republicanos eran muy buenos combatientes. Creo que si no hubiese sido por los alemanes y los italianos no hubiésemos ganado la guerra. Un día salimos 110 soldados por la mañana y a la hora de la cena quedábamos 23". Román salvó su vida refugiándose entre dos muertos que lo protegieron de las balas.
"Nuestro capitán era un demonio. En Teruel nos mandó enterrar a cuatro soldados, dos de los cuales estaban graves, pero no muertos", prosigue. "Le dio igual. Decía que le estorbaban y los camilleros no llegaban para llevárselos. Así que les echamos algo de tierra por encima. Uno de ellos quedó gritando y pidiendo por favor que no lo dejáramos allí".

Durante todo su relato, Mourín acusa a la Iglesia católica de ser una de las aliadas de Franco que, junto a la gran burguesía, compró a los militares a golpe de talonario. "Cuando nos encontrábamos alejados del frente, el cura celebraba misa. Predicaba que debíamos matar a todos los republicanos porque eran personas que querían acabar con la religión y con la Iglesia. Y entre nosotros había de todo, muchos no estábamos de acuerdo pero nos resignábamos y muchos estaban de acuerdo con lo que el cura predicaba".
Según Alejandro Rodríguez, historiador de la Universidad de de Santiago de Compostela e investigador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), la Iglesia ejerció un papel fundamental en la ejecución de miles de asesinatos. "Si bien también a veces se dio el caso contrario, son numerosos los casos de curas que ordenaron qué personas debían ser asesinadas en sus pueblos, emitiendo informes a los tribunales militares", detalla a VICE News.
'Los fusilamientos eran ordenados por personas del clero y el ayuntamiento y se ejecutaban al amanecer'. 
En verano de 1938, el capitán de Román quiso destinarlo al cruce del Ebro. Entonces, Román desertó. Pero no volvió a casa, sino que permaneció oculto entre las diferentes quintas movilizadas en León y Oviedo. Antes de la ofensiva final, en la primavera de 1939, Román decidió entregarse a su compañía. Su capitán no pudo acusarle de nada, pero lo castigó destinándolo a la primera línea de frente en la toma de Ciudad Real.
Los sublevados entraron a la ciudad sin apenas resistencia. "Nos pusieron a detener a todo el mundo, a la gente que huía por las carreteras", sostiene Román. "Las cárceles se desbordaron de prisioneros, así que nos mandaron rodear el campo de fútbol con una alambrada, que también llenamos de republicanos".
"Esa gente no tenía nada. Por un trozo de pan nos daban el anillo, la pulsera, todo cuanto tuviesen. Las mujeres empezaron a prostituirse con los soldados. Se levantaban la falda y te decían: 'Mira que buena la tengo… A ver si puede darme algo, tengo marido e hijos y se mueren de hambre…'Aquello era horrible. Yo muchas veces lloré."
"Román Mourín formó parte durante más de año y medio del cuerpo de guardia de la cárcel de Ciudad Real y participó en varias ocasiones como piquete de ejecución", explica a VICE News José Antonio Millán, abogado y presidente de la Asociación Memoria de Ciudad Real.

A sus 97 años de edad, Román Mourín nunca antes había explicado su historia a un medio de comunicación. (Imagen por Aitor Fernández)
Según Román, los fusilamientos comenzaron por la necesidad de reducir la cantidad de prisioneros y de eliminar inmediatamente a todo aquel implicado en la defensa de la Segunda República. Eran ordenados "por personas del clero y el ayuntamiento" y se ejecutaban al amanecer. "Nos despertaban a las seis de la mañana. Debíamos ir cinco soldados por cada preso".
Setenta y seis años después, el anciano todavía recuerda lo que le gritaban los que estaban a punto de morir:"'Tirad bien, soldaditos, tirad bien, no nos dejéis sufriendo…', 'Soy padre de familia y me matan sin tener porqué', 'Matáis a los pobres para que los ricos vivan bien'".
El historiador Alejandro Rodríguez sostiene que, aún hoy, es muy difícil cuantificar el alcance de la represión franquista. Asegura que los datos más fiables provienen de especialistas y colectivos que han realizado investigaciones por iniciativa propia, pero que todavía hay miles de ciudadanos enterrados en lugares sin identificar.

"El dato más contrastado es la recopilación de investigaciones llevada a cabo por el juez Garzón en la que cuantificó, en base a denuncias de colectivos y familiares, una cifra de 114.226 personas desaparecidas en todo el Estado".
"En la provincia de Ciudad Real el alcance de la represión es inexacto, pero calculamos que puede llegar a 10.000 desaparecidos", precisa José Antonio Millán.
El macabro relato de Román prosigue: "Una vez disparamos a catorce, pero uno quedó vivo, de pie. Empezó a gritarnos: '¡Matadme! ¡Todavía no me matasteis! ¡Si Dios existiera, mataría a quien manda matar!' Tras disparar de nuevo, fueron advertidos: 'El que se haya negado a disparar será fusilado con el que quedó'".
Asegura que antes del fusilamiento, un cura acudía a confesar a los condenados. "Existe un cielo y hay que arrepentirse", les decía el sacerdote.
"Una vez uno le dijo que sí, que se quería confesar. Pero cuando el cura se acercó, se tiró encima de él y empezó a pegarle una paliza... Le decíamos que lo dejara, hacíamos como que le apartábamos, pero en el fondo le permitimos pegarle un rato. Le metió los dedos en los ojos y al final se lo llevaron en camilla. A partir de entonces no se confesó a nadie más".
Como guardia de la cárcel, el joven soldado grabó en su mente la escena del último adiós de la familia del alcalde de Ciudad Real, Calixto Pintor, poco antes de su fusilamiento: el llanto de toda la familia, el desmayo de su mujer y el grito con promesas de venganza de uno de sus hijos al despedirse.
"Ese hijo murió joven, la mayoría murieron jóvenes", explica José Antonio Millán. "Calixto Pintor, que fue alcalde socialista de la ciudad entre 1937 y 1939, tuvo dos consejos de guerra. Del primero se libró gracias a los avales de personas influyentes, pero fue nuevamente denunciado y fusilado, el 24 de julio de 1940. Actualmente sólo vive una hija del alcalde, en una residencia de ancianos. Todas fueron educadas en familias franquistas".
Román recuerda las torturas que cada día se cometían allí: "En el patio central había una soga donde ahorcaban a un prisionero hasta la asfixia. Luego lo soltaban y le dejaban respirar un poco. Así todo el día hasta que terminaban matándolo".
Esta es la primera vez que Román cuenta su historia a un medio de comunicación, y no porque no haya querido hacerlo antes. "A veces he contado mi historia, pero a la gente no le interesa", recuerda. "Yo creo que hay quien no se cree que estas cosas sucedieron. Con la República empezábamos a despertar, pero tras la guerra aquella gente que nos abría los ojos desapareció. Lo peor de todo sería que esto volviera a pasar".
"Su historia es la misma de la de muchos otros, muchos más de los que pensamos", sostiene Millán, "hombres de izquierdas atrapados por el franquismo y obligados a asesinar a otras personas".
"La Transición fue primordial en el olvido de las víctimas", explica Alejandro Rodríguez. "Un olvido cimentado en la Ley de Amnistía y administraciones que nunca han amparado los esfuerzos de una gran parte de la sociedad con una clara voluntad de conocer el pasado, de hacer justicia y educar en cómo se implantó la dictadura".
El testimonio de Román es uno de los pocos testimonios de los verdugos del bando nacional registrados hoy en día. Cuenta su historia de una manera natural, con la distancia necesaria que le ha permitido seguir viviendo. A lo largo de ella recuerda el hambre que pasó y que fue criado con la leche de una burra. "Por eso no fui listo en la vida", sentencia con humor.

fuente: https://news.vice.com

Hitler siguió órdenes de Franco para exterminar a 9.328 españoles

Hitler siguió órdenes de Franco para exterminar a 9.328 españoles

Hablamos con el periodista Carlos Hernández de Miguel sobre los deportados españoles en Mauthausen, sobre el dolor y sobre la verdad






Si la Historia la escriben los vencedores, eso quiere decir que tiene que haber otra Historia: la verdadera.
El periodista Carlos Hernández de Miguel comenzó interesándose por una historia familiar y ha acabado siendo el autor de 3 espacios de referencia para asomarnos al horror que vivieron los españoles deportados en los campos de concentración nazis de la 2ª Guerra Mundial
Se trata del libro Los últimos españoles de Mauthausen, la completísima web deportados.es y una cuenta de Twitter en la que más de 44.000 seguidores han podido asistir a tiempo real al paso de su tío Antonio por el infierno de Mauthausen.
Hablamos con él sobre dolor y verdad.
1. Mi tío, el deportado 4443
¿Cómo acaba Antonio Hernández Marín, tu tío, en Mauthausen?
Mi tío pasó toda la Guerra Civil española como artillero del cuerpo de Carabineros de la República. Tras la derrota, cruzó la frontera y sufrió el maltrato de las autoridades francesas que le confinó, como al medio millón de refugiados españoles, en campos de concentración. Tras alistarse en el ejército francés, fue capturado por los nazis. Pasó por dos campos de prisioneros de guerra. Y de allí, un frío día de enero de 1941 fue subido con otros 775 españoles a un tren de ganado y enviado a Mauthausen.
Sobrevivió a dos guerras y perdió las dos.
Mi tío fue una persona derrotada doblemente, traicionada por casi todas las naciones y, finalmente, olvidada por España.
Personas como mi tío fueron derrotadas doblemente
Eliges Twitter para contar su historia, un formato potente para esta narración.
La investigación sobre la vida de mi tío pronto se convirtió en algo más. Me hice consciente de que nuestra sociedad ni siquiera sabía de la existencia de más de 9.000 españoles en los campos de concentración nazis. Me conjuré para sacarles del olvido y recuperar sus voces y sus historias. De ahí surgió Los últimos españoles de Mauthausen. Con la cuenta de Twitter quería llegar sobre todo a los más jóvenes.
Hay algo que me parece muy emotivo. Además de mensajes de ánimo del público en general, algunos familiares de prisioneros te enviaron mensajes en Twitter.
Te confieso que he llorado leyendo algunos comentarios de los internautas. Ha sido también gratificante leer comentarios de nietos y sobrinos de algunos deportados. Algunos de ellos daban el nombre de su familiar y le decían a la cuenta: “Si le ves, dile que se cuide”.
He llorado leyendo algunos comentarios y ánimos en Internet
Tu Twitter se llama Deportado 4443, el número de tu tío en Mauthausen y una de las claves de esta historia: cómo los seres humanos son despersonalizados.
Sí. Las SS tenían muy estudiado el proceso de deshumanización al que sometían a sus prisioneros. Les quitaban todas sus pertenencias, su ropa, su pelo y su nombre. Unos pocos minutos después de llegar al campo, ya solo eran parte de un rebaño a rayas, humillado y sometido.
2. Olía a carne humana quemada
¿Cómo era un día "normal" en Mauthausen?
Les levantaban a palos y gritos a las 4:45 de la mañana. Los prisioneros tenían que pelear con sus propios compañeros para hacerse un hueco en las piletas de agua de los aseos. Solo con un agua sucia que las SS llamaban "café" debían enfrentarse a 12 horas de durísimo trabajo. La mayoría de los españoles trabajó en la cantera de granito. Tenían que llevar piedras de hasta 50 kilos, picar las laderas de la montaña y cargar vagonetas.
En esas 12 horas solo paraban 30 minutos para tomar una sopa aguada de nabos y zanahorias. Me estremeció escuchar a uno de los supervivientes, el malagueño José Marfil, explicar que en el momento en que llegaban las marmitas con la comida, los deportados peleaban entre sí para evitar los primeros puestos de la fila...
¿Por qué? Debían de estar hambrientos...
Porque los primeros del reparto solo obtenían agua caliente, mientras que los que llegaban más tarde ya veían como el cazo se hundía en el fondo de la marmita extrayendo más sustancia y algún trozo de hortaliza.
Al finalizar la jornada debían subir la empinada e interminable escalera de la cantera cargando una enorme piedra. Al llegar al campo tocaba la última formación del día que, muy a menudo, se prolongaba hasta la madrugada bajo la lluvia o la nieve. Cuando las SS se cansaban de tenerles en posición de firmes les mandaban a dormir con una rodaja de salchichón y un ínfimo trozo de pan en el estómago.
Peleaban por evitar ser los primeros en el reparto de sopa porque esos solo obtenían agua caliente
Y todo esto, sin mencionar la constante amenaza de muerte...
Sí, todo este calvario era en un día bueno. Los días malos las SS practicaban las denominadas “ofensivas” en las que se dedicaban a martirizar y asesinar a los prisioneros.
Hay una cosa que no puedo quitarme de la cabeza. Tu tío contaba que una vez encontró a un hombre aspirando el humo que salía del crematorio. Cuando le preguntó qué hacía, aquel hombre le contestó que estaba respirando lo que quedaba de su familia. Es terrorífico.
Todos los supervivientes me han contado cómo el campo olía permanentemente a carne quemada. Y todos tienen grabadas en sus mentes las imágenes de los compañeros, amigos y también los grandes grupos de judíos, gitanos o soviéticos que pasaban delante de ellos camino de la cámara de gas.
Recuerdo especialmente lo que me contó el cordobés Juan Romero: “70 años después, sigo soñando con una niña judía que me sonrió mientras se dirigía hacia la muerte”.
Todos los supervivientes me han contado cómo el campo olía permanentemente a carne quemada
¿Cuántos españoles se calcula que pasaron, y cuántos quedaron, en aquellos lugares?
9.328 españoles pasaron por los campos de concentración nazis, entre ellos 300 mujeres. Cerca de 5.500 solo pudieron escapar convertidos en humo y cenizas, a través de la chimenea del crematorio.
Solo uno de cada tres deportados españoles llegó con vida al día de la liberación.
Tu tío es liberado por soldados americanos el 5 de mayo del 45. ¿Cuál fue su vida a partir de ese momento?
A España no podía regresar porque Franco lo hubiera fusilado o encarcelado. Presionada por sus propios deportados, Francia aceptó acogerles en su territorio. Y allí se quedó mi tío y la mayoría de los deportados españoles hasta el final de sus días. Además de las dificultades económicas y la falta de arraigo, tuvieron que superar las terribles secuelas físicas y psíquicas que les había dejado su paso por los campos. Decenas de ellos se suicidaron al no poder soportar el peso de los recuerdos. Mi tío murió en 1992.
"Decenas de liberados de los campos de concentración se suicidaron al no poder soportar el peso de los recuerdos"
3. No fue Hitler, fue Franco
No se suele hablar de aquellos españoles...
La historiografía franquista ha ocultado su existencia durante 40 años. Con la democracia no se ha corregido ese relato manipulado.
Hagámoslo ahora. Tras una reunión de Serrano Suñer, el ministro de Gobernación de Franco, con Himmler y Hitler, los prisioneros españoles son enviados a campos como Mauthausen. ¿Qué responsabilidad tiene el franquismo sobre los españoles en los campos nazis?
Me preguntas qué responsabilidad tuvo Franco. Pues bien, la respuesta es sencilla: toda. Hitler jamás habría enviado a esos 9.300 españoles a los campos de concentración sin el consentimiento de Franco. Los españoles, tras ser capturados por los nazis durante la invasión de Francia, son enviados junto a soldados británicos y franceses a campos de prisioneros de guerra. En estos campos se respetaba la Convención de Ginebra. Todo cambió con esa visita de Serrano Suñer a Berlín en septiembre de 1940. Tras reunirse con Hitler, Himmler y con toda la cúpula del III  Reich, Alemania emitió una orden a la Gestapo para que sus agentes sacaran a los españoles, y solo a los españoles, de esos campos de prisioneros de guerra para enviarlos a campos de concentración.
Esa orden se emitió el 20 de septiembre de 1940, mientras Serrano Suñer abandonaba Berlín. Es evidente que Hitler se limitó a hacerle el trabajo sucio a Franco.  
La responsabilidad de Franco sobre los españoles en campos nazis es total. Hitler le hizo el trabajo sucio
¿Son estas 9.000 personas víctimas del pacto de olvido de la llamada Transición?
Absolutamente. Los políticos redactaron la Constitución con una pistola en la cabeza. El objetivo de la izquierda fue exclusivamente el de recuperar la democracia. Para ello tuvieron que pagar un alto precio, realizar dos concesiones a los franquistas: impunidad para los verdugos y olvido para las víctimas.
Nuestros deportados no dejaban de ser las víctimas más incómodas del franquismo porque eran las que evidenciaban que el dictador español fue aliado fiel de ese asesino de masas que fue Adolf Hitler.
En Francia recientemente se le ha otorgado la Legión de Honor, el más alto galardón estatal, a los españoles de Mauthausen. ¿Qué les pasa a los diferentes gobiernos de España con la memoria histórica?
Hemos normalizado y asumido que haya calles dedicadas a Franco y a otros líderes fascistas. Le pido a los lectores que hagan un ejercicio muy sencillo. Si tienen amigos alemanes, italianos o franceses que les pregunten si en sus países hay monumentos o calles en memoria de Hitler, Mussolini o Pétain. Lo que pasa en este país no es normal. No se puede pasar una página que sigue mal escrita.
Los supervivientes nunca abandonaron del todo el campo de concentración
¿Se puede salir vivo de un campo de concentración o todo el que entra muere un poco?
Uno de los supervivientes, José Marfil, me dijo algo que me impactó: “Al llegar a Mauthausen y ver a las SS golpearnos, gritarnos y azuzarnos los perros, pensé que nos iban a fusilar. Pero no nos fusilaron, fue peor todavía”. Sobrevivir fue, en general, más duro que perecer entre las alambradas.
Los supervivientes nunca abandonaron del todo el campo de concentración.

fuente: http://www.playgroundmag.net
La vida es frágil. La memoria lo es más
Mauthausen