En 2008, Enric Duran,
ya entonces un prominente activista en contra del capitalismo y la
globalización, decidió pasar de la teoría a la práctica pidiendo
prestados 492.000 euros a 39 distintas entidades financieras.
En vez de gastárselo en “putas y helicópteros”, como habría hecho la
mayoría de la gente, Duran donó gran parte del dinero a un número de
causas anticapitalistas no especificadas, empleando el restante en crear
un periódico gratuito (Crisi) en el que detallaba cómo lo hizo y
animaba a otros a hacer lo mismo. Su acción le convirtió en un héroe de
la noche a la mañana, pero también le metió en problemas con la policía.
En 2009 pasó dos meses en la cárcel; fue puesto en libertad a la espera
de juicio, cuya fecha estaba programada para principios de febrero. La
sentencia mínima es de 8 años. Como Enric rehusó presentarse a las
primeras sesiones, la fiscalía ha emitido una orden de arresto contra
él.
Me he pasado casi dos años tratando de entrevistar a Enric; pero, como
las 16 entidades financieras que quieren mandarle a la trena pueden
atestiguar, es un chico difícil de localizar. Tras varios emails
concertamos finalmente una charla por Skype para esta semana, que se
pospuso, se volvió a posponer y, en el momento en que escribo esto, se
ha pospuesto una hora más (finalmente fueron 3 horas y media). Imagino
que cuando estás considerando acabar con el sistema capitalista, no
tienes la misma constancia del tiempo que el resto de la gente.
Charlamos una hora acerca de ser prófugo de la policía sin ir a ningún
sitio, sobre joder a los bancos, su teoría de la desobediencia civil y
uno de sus proyectos, un pueblo completamente autónomo a las afueras de
Barcelona.
VICE: Hola, Enric. ¿En qué estáis trabajando estos días?
Enric Duran: Hemos estado con el tercer comunicado y con la puesta en marcha de la campaña en Verkami. Y a tope con todo esto.
¿Qué ha pasado exactamente con el juzgado? Es algo que no tengo muy claro. ¿Al final aplazaron la fecha?
En realidad el juzgado aún no se ha definido. Cuando fue el juicio, la
acusación pidió una orden de búsqueda y captura y no se definió. Al día
siguiente, 13 de febrero, hicieron un acta aceptando la dimisión de mi
abogado y diciendo que me convocaban para el día 18. Aunque tampoco fui;
en realidad no está muy claro si pueden seguir adelante, porque aún no
tengo un nuevo abogado y hasta que no lo tenga en principio no pueden
hacer nada, porque atenta contra de mis derechos.
Si quieres empezamos con el principio de todo. He leído que
empezaste tu activismo con movimientos anticapitalistas y
antiglobalizacion en 2000. ¿Qué despertó tu atención y te llevó
concretamente al sistema financiero?
Entre los años 2001 y 2003 yo estaba metido en el movimiento
antiglobalización. Hice mucho activismo de este tipo: organizar
manifestaciones, acciones... En 2005 empecé a leer sobre la crisis
energética, que estaba relacionada con el sistema financiero, la
ecología, etc. Cosas que ya sabía, pero en las que ese verano tuve
tiempo de profundizar. Por un lado me di cuenta de que el sistema no
sólo era indeseable, sino que no se podía sostener. La locura del
crecimiento del crédito no iba a durar mucho. Y por otro lado veía cómo
mis proyectos y movimientos sociales no avanzaban rápidamente. No
teníamos recursos para pagarlos y costaba consolidar cosas. Vi la
importancia de conseguir recursos para avanzar en esos proyectos, que
cada vez serían más importantes. Se me juntaron estas dos acciones y
pensamos en esta acción de desobediencia, de recuperación del dinero de
los bancos para invertirlo en proyectos alternativos al capitalismo.
En muchos sentidos tú anticipaste la relación entre el sistema
financiero, la política, las multinacionales y el gobierno. En esa
época, para muchas personas no estaban claros esos vínculos. Por
desgracia ahora sí lo son. ¿Qué despertó realmente tu conciencia al
respecto? ¿Qué conociste que te revelara que no se trataba de una parte
del problema, sino que era un asunto global?
Ya lo relacionábamos desde el año 2000, cuando luchábamos contra el FMI
y el Banco Mundial. Ya pensábamos que esto era algo global. Lo que no
estaba tan claro era que el sistema fuese a caer por sí solo. Pensábamos
que, para que cayese, lo teníamos que bloquear. Dadas las razones
intrínsecas del sistema, no teníamos los conocimientos para saber si
caería de forma natural.
Cuando empezaste con lo de los préstamos, ¿era una manera de aprovecharte del Sistema?
Fueron varias cosas. Habia dos objetivos principales: uno era denunciar
el sistema financiero como algo insostenible en el sistema capitalista.
Y el segundo, mostrar que era posible desobedecer, perder los miedos.
Que podíamos crecernos y ser valientes. Cuando empecé con todo esto me
sorprendían el activismo de personajes históricos como Gandhi, y me
pareció importante traer de vuelta al siglo XXI estas formas de pensar.
Decidimos usar ese dinero para un proyecto que demostrara que otras
formas ajenas al capitalismo eran posibles.
¿Cómo fue el proceso de ir a los bancos y pedir prestamos día a día?
El proceso duró desde el verano de 2005 hasta la primavera de 2008;
bastante tiempo, casi 3 años, en los que fui aprendiendo cómo funcionaba
el sistema de préstamos, en qué información se basaban para
concedértelos o no, y los agujeros que había en el sistema, de forma que
mis peticiones de préstamos fueran cada vez más eficientes. Al
principio conseguía uno de cada tres, y al final nueve de cada diez. Un
ejemplo de agujero en el sistema es que el Banco de España compartía la
información de créditos con los bancos, pero sólo de los préstamos de
más de 6000 euros. Me moví ahí durante dos años, pidiendo ese tipo de
créditos para ir moviendo fondos y conseguir más dinero sin tener el
control del Banco de España sobre esta acción.
¿Llegó un momento en que dijiste "hostia puta, tengo mucho dinero", o ibas invirtiéndolo sobre la marcha?
El dinero se iba invirtiendo. Prácticamente nunca conté con más de 50.000 euros. Se iba gastando en proyectos del momento.
Lógicamente no has revelado los proyectos a los que destinabas
este dinero.¿Crees que a través de la investigación privada alguna de
las entidades financieras puede haber llegado a estos bienes? ¿Se ha
visto algún tipo de acción legal por parte de las entidades?
Nada de eso. De hecho, está claro que a los bancos no les ha interesado
nada investigar dónde iba el dinero. Al ser una acción política,
querían reprimirme a mí, pero no al colectivo, para que no se hiciera
más bola y fuera más mediático. Fue la policía la que fue detrás de
ellos para que me buscaran. Fue el Estado quien forzó a los bancos para
que hubiera una denuncia contra mí. El Estado, a través del fiscal de la
policía.
Siempre has defendido la acción desde la postura del “estado de la necesidad”. ¿En qué consiste este argumento legal?
Puesto en materia judicial, el estado de necesidad es la cuestión de
buscar un bien mayor que el mal que se está haciendo. Mi caso es
bastante claro. El mal para esos 39 bancos es mínimo, y el bien que se
ha intentado transmitir, tanto con los proyectos que se han financiado
como con el mensaje que se ha transmitido a la opinión pública es:
"cuidado, que vamos a ir a peor", que es como ha sido. Ahora hay gente
que podrá testimoniar que dejó de tomar decisiones, hipotecas y nuevos
créditos a partir de la difusión de esta información.
Publicaste Crisi. ¿Por qué empezaste un periódico escrito e
impreso? ¿Querías difundir un mensaje a través de él sin depender de los
medios tradicionales?
En los últimos ocho meses estuve dándole muchas vueltas a cómo hacer
pública la acción; tenía un poco de miedo de que no se hiciera pública.
Eso era, para mí, el mayor riesgo de represión. Se juntaron las dos
acciones, la de protegerme y la de difundir al máximo. Decidimos
aprovechar una parte del dinero para sacar esta publicación. Creo que
fue uno de los grandes aciertos del procedimiento. Otra cuestión
importante es que los medios se hicieron eco, porque el periódico se
distribuía en las calles y no querían quedarse fuera de algo de lo que
se hablaba en las calles. Eso ayudó a ampliar el mensaje en la prensa.
Si todo el mundo hiciera lo que tú, ¿cómo sería el mundo? ¿Cuál sería el efecto neto de todo esto?
Mucha gente lo hace sin querer, de hecho. No pagar las deudas ha sido
una de las causas que han llevado al sistema financiero a esta crisis
que estamos viviendo. La clave no han sido tanto los pequeños préstamos a
particulares ni las hipotecas privadas, sino los préstamos a grandes
empresas constructoras, inmobiliarias,etc., que no se han podido pagar y
han quebrado. En todo caso, como el hecho de que una acción como la mía
se hiciera mayoritaria es poco probable, es más una cuestión de
difundir y dar a conocer. Provocar pequeñas cosas personales que cada
uno puede hacer con su vida y su economía, decisiones para ayudar a
hacer un mundo mejor.
¿Cuál es tu definición de la libertad?
La libertad es vivir conforme a cómo pienso y cómo siento más que el
hecho de moverme libremente por la calle, que es algo que ahora no puedo
hacer. No puedo moverme pero siento que soy totalmente libre, porque
estoy haciendo lo que creo que debo hacer. Cada uno es consecuente con
sus acciones. [ahora, con el juicio, mi idea es] Plantearse los fondos y
el propio quehacer del sistema judicial, el cual funciona por
autoridad, por obligación, y está asociado a un sistema penitenciario
que no ayuda a nadie: ni a los afectados, ni mucho menos a los
condenados, ni al Estado, por los gastos que genera. Es momento de
repensar y crear algo nuevo, ¿no? Por lo tanto, es una denuncia al
sistema judicial y una invitación al replanteamiento y a ver realmente
cómo queremos solucionar el conflicto.
Espero que no te moleste la analogía, pero has sido un poco
como una cobaya de los sistemas alternativos. Mirando atrás, tu voz ha
sido una de las más altas dentro del 15M, en el sentido de pedir acción
directa y soluciones reales, no solo manifestaciones.
Lo principal es que estamos construyendo otro sistema desde abajo, y
que es un sistema abierto, no cerrado. Nadie te va obligar a formar
parte. En base a esa libertad nos lo vamos replanteando todo, cómo
queremos que sea la salud, la educación, la economía, los conflictos y
muchas cosas más, y con la práctica, lo que es la Cooperativa Integral
Catalana y otros proyectos afines a la revolución integral.
Se trata de transformarnos como personas para poder vivir en otro
mundo, en el que la confianza y la cooperación entre las personas, la
tolerancia, respeto y apoyo mutuo sean el acuerdo natural y no hagan
falta jueces ni policías ni autoridades que nos digan lo que tenemos que
hacer. La parte que tiene más peso en el 15M ha sido reivindicar, salir
a la calle, protestar, pero ha habido un proceso de concienciación de
muchas personas que se han ido implicando tanto que han formado parte de
proyectos, y otros que están generando poder popular. Nuevos colectivos
que generan poder popular. Poder para la sociedad civil.
Hay cierta esperanza en Europa de que estas alternativas sean
implementadas a nivel político. Hablo de Beppe Grillo, el movimiento 5
estrellas. ¿Qué opinas de lo sucedido en Italia?
Lo que está claro es que el pensamiento en contra de la política
tradicional va cogiendo más fuerza y los partidos principales la van
perdiendo, repartiéndose en partidos más pequeños, en la abstención, el
voto en blanco, voto nulo, y muchísimas más opciones. Es la tendencia en
los últimos seis años en España. Lo que no tengo claro es si esa opción
tiene necesariamente que pasar por la vía política. Lo que ha ocurrido
en Italia es significativo: han dicho “vamos a ver qué ocurre”. No
conozco en detalle el proyecto de sociedad, o si realmente lo tiene. Lo
que está claro es contra qué están en contra. Pero falta mucho para
hacer cambios si no existe un proceso cada vez mejor de autoorganización
progresiva, porque nos quedamos en lo simbólico, en lo estructural, en
lo de arriba. Pero lo que lo va a sustentar es lo de abajo.
Si España llegase a ese punto, ¿lo apoyarías?
El problema es que el concepto de partido político es contradictorio al
concepto de asamblea. La asamblea es un proceso abierto por consenso
que, a través de opiniones, construye algo en común, mientras que el
sistema de partido es un sistema de oposición y puntos de vista. Ya de
entrada, participar genera ese problema del tipo de relación que
establecen los distintos partidos, que es contradictorio con lo que
queremos construir. En todo caso será una vía.
Eso es lo que intentáis desarrollar con la Cooperativa Integral Catalana. Explícanos el proyecto.
La CIC es un proceso amplio de construcción de otra sociedad desde
abajo, yendo cada vez más hacia un nuevo sistema al margen del sistema
actual. Es un proceso asambleario, donde se construye una economía en
común con una organizacion de consumo, un cubrimiento de las
necesidades, una organización del trabajo y la producción, unas
relaciones financieras para apoyar nuevos proyectos productivos. Se
genera un sistema público, infraestructuras, uno de salud, otro de
vivienda, para cubrir las necesidades a nivel de alimentación,
transporte, energía, lo básico. Y que funcionan por libre, de forma
autónoma.
Antes me hablaste de Gandhi, pero, ¿hay activistas más recientes que te haya inspirado? ¿Sánchez Gordillo por ejemplo?
He estado ahí. He compartido mesa con él y con gente del SAT,
explicando su experiencia. Es un ejemplo interesante de lucha de
desobediencia y de autoorganización. Uno de los ejemplos más importantes
en el Estado español. Su cooperativismo es más tradicional, obreros del
campo, trabajan en el campo y construyen sus viviendas, e igual no
están en todos los ámbitos pero lo que hacen lo hacen muy bien. Luchan y
son muy buenos en la ocupación de tierras y reivindicándose.
Explícame el concepto de RADI, de tu tercer comunicado.
El RADI es un concepto bastante complejo y profundo. Puesto que vamos a
ser coherentes con la construcción de otra sociedad y vamos a ser
desobedientes, asumimos riesgos con el Estado. No desobedecemos para
cambiar una ley, sino que desobedecemos como forma integral de vivir
porque estamos en otro sistema y no en el del Estado. En base a esto es
previsible que, como me ocurre a mí, tengamos problemas con la legalidad
y con la justicia. Riesgos que en muchos casos pueden ser importantes.
La base de por qué se funda el RADI es la protección de estas personas
que, en base a su coherencia, optan por la desobediencia. Esa protección
implica la organización logística, como ahora en mi caso; que de forma
colectiva podamos organizarnos para que sea difícil que el Estado me
encuentre y me arreste.
Con lo que ha estallado en las últimas dos semanas con lo de
Bárcenas, ha quedado claro lo corrupto y aprovechado que es el sistema y
el vínculo que tienen los políticos que nos gobiernan con la creación
del sistema vigente en España desde el principio. ¿Te genera alguna
fustración que, con lo que llevas trabajando desde hace 7 años, aún
estemos así?
Frustración no, porque de alguna forma es previsible. El Estado y el
sistema capitalista está hecho en base a unos valores de beneficio
personal e individualismo, en buscar cada uno lo suyo, y cuando estos
valores se llevan al extremo, suceden cada vez más cosas de este tipo.
Son un ejemplo de todo lo contrario a lo que tendría que ser. Esto
sucede porque el sistema está corrompido desde sus bases. Un sistema
basado en la competencia y en unos valores de confrontación con los
demás lleva a que cada uno se enfrente a su entorno. Engañas a tu
vecino, al compañero del partido, y así no se puede ir por la sociedad.
Si seguimos funcionando así va a ir cada vez peor. Se necesitan cambios
muy profundos en las relaciones humanas y la confianza entre las
personas. La revolución integral no es sólo cambiar el sistema
económico. Hablamos de cambiar cómo es el ser humano.
fuente: http://www.vice.com
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