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jueves, 1 de noviembre de 2012

MOSANTO Organismos Genéticamente Modificados


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Expertos franceses estudiaron variedad producida por la empresa estadunidense
Causa cáncer en ratas maíz transgénico de Monsanto
Roedores que llevaron una dieta que contenía NK63, para tolerar las dosis de un químico permitido en EU, murieron antes que otros que siguieron un régimen normal, dice especialista
Periódico La Jornada
Jueves 20 de septiembre de 2012, p. 2
Londres, 19 de septiembre. Las ratas alimentadas durante toda su vida con maíz transgénico de Monsanto o expuestas mediante el consumo de agua a su fertilizante más vendido, Roundup, sufrieron tumores y daños múltiples en sus órganos, según un estudio francés publicado este miércoles, el cual generó duras críticas de expertos independientes.
Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen, y colegas, dijeron que las ratas alimentadas con una dieta que contenía NK63, variedad de semillas modificadas genéticamente para tolerar las dosis de Roundup, o a las que se dio agua que contenía ese químico, permitido en Estados Unidos, murieron antes que las que siguieron una dieta normal.
Expertos que no participaron en el estudio se mostraron altamente escépticos sobre sus métodos y hallazgos, y algunos acusaron a los científicos franceses de embarcarse en una salida estadística.
Los animales bajo dieta genéticamente modificada sufrieron tumores mamarios, así como daños severos en hígados y riñones. El estudio fue publicado en la revista Food and Chemical Toxicology y presentado en una conferencia de prensa en Londres.
Los investigadores dijeron que 50 por ciento de los machos y 70 de las hembras murieron de forma prematura, frente a sólo 30 y 20 por ciento en el grupo de control.
Son productos seguros, alega la compañía
Monsanto no estuvo disponible de inmediato para realizar comentarios; sin embargo, anteriormente había dicho que que sus productos son seguros y que no hay evidencias creíbles de riesgos para la salud de los humanos o animales derivados del consumo de cultivos transgénicos.
Los transgénicos son muy poco populares en Europa y muchos otros países, pero dominan los cultivos claves de Estados Unidos luego de que Monsanto introdujo en 1996 soya genéticamente modificada para tolerar su fertilizante Roundup.
Los especialistas a los que periodistas pidieron que revisen el artículo advirtieron tener mucho cuidado al sacar conclusiones de la investigación.
Tom Sanders, jefe de la división de investigación de ciencias nutricionales del Colegio Real de Londres, señaló que el equipo de Seralini no había proporcionado ningún dato sobre qué cantidad de alimento recibieron las ratas o cuáles eran sus tasas de crecimiento.
Estas ratas son muy propensas a los tumores mamarios, particularmente cuando no se le restringe la ingesta de alimentos, indicó en un comentario enviado por correo electrónico.
 pecialista
Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 20 de septiembre de 2012, p. 2
Londres, 19 de septiembre. Las ratas alimentadas durante toda su vida con maíz transgénico de Monsanto o expuestas mediante el consumo de agua a su fertilizante más vendido, Roundup, sufrieron tumores y daños múltiples en sus órganos, según un estudio francés publicado este miércoles, el cual generó duras críticas de expertos independientes.
Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen, y colegas, dijeron que las ratas alimentadas con una dieta que contenía NK63, variedad de semillas modificadas genéticamente para tolerar las dosis de Roundup, o a las que se dio agua que contenía ese químico, permitido en Estados Unidos, murieron antes que las que siguieron una dieta normal.
Expertos que no participaron en el estudio se mostraron altamente escépticos sobre sus métodos y hallazgos, y algunos acusaron a los científicos franceses de embarcarse en una salida estadística.
Los animales bajo dieta genéticamente modificada sufrieron tumores mamarios, así como daños severos en hígados y riñones. El estudio fue publicado en la revista Food and Chemical Toxicology y presentado en una conferencia de prensa en Londres.
Los investigadores dijeron que 50 por ciento de los machos y 70 de las hembras murieron de forma prematura, frente a sólo 30 y 20 por ciento en el grupo de control.
Son productos seguros, alega la compañía
Monsanto no estuvo disponible de inmediato para realizar comentarios; sin embargo, anteriormente había dicho que que sus productos son seguros y que no hay evidencias creíbles de riesgos para la salud de los humanos o animales derivados del consumo de cultivos transgénicos.
Los transgénicos son muy poco populares en Europa y muchos otros países, pero dominan los cultivos claves de Estados Unidos luego de que Monsanto introdujo en 1996 soya genéticamente modificada para tolerar su fertilizante Roundup.
Los especialistas a los que periodistas pidieron que revisen el artículo advirtieron tener mucho cuidado al sacar conclusiones de la investigación.
Tom Sanders, jefe de la división de investigación de ciencias nutricionales del Colegio Real de Londres, señaló que el equipo de Seralini no había proporcionado ningún dato sobre qué cantidad de alimento recibieron las ratas o cuáles eran sus tasas de crecimiento.
Estas ratas son muy propensas a los tumores mamarios, particularmente cuando no se le restringe la ingesta de alimentos, indicó en un comentario enviado por correo electrónico.
Los métodos estadísticos no son convencionales y las probabilidades no están ajustadas a comparaciones múltiples. No hay un plan de análisis de los datos claramente definido y parecería que los autores se han embarcado en una salida estadística.
Mark Tester, profesor de la Universidad de Adelaide, en Australia, dijo que los resultados del estudio generaban la duda de por qué ninguna investigación anterior había despertado preocupaciones similares.
Si los efectos son tan graves como se propone y si el trabajo es realmente relevante para los humanos, ¿por qué los estadunidenses no están cayendo como moscas? Los transgénicos han estado en la cadena alimenticia durante más de una década allí, y la longevidad sigue aumentando inexorablemente, indicó en un comentario enviado por correo electrónico.
Mientras quienes respaldan los cultivos transgénicos dicen que estudios anteriores han demostrado abrumadoramente su seguridad, los críticos argumentan que la información disponible sobre los efectos a largo plazo aún es limitada, ya que los cultivos han estado en el mercado sólo por alrededor de 15 años.
Seralini informó que parte de un equipo expresó temores sobre la seguridad basándose en un estudio en ratas de menor duración publicado en diciembre de 2009 en una revista científica, pero éste lleva las cosas un paso más allá, al seguir a los animales a lo largo de su ciclo vital, de dos años.
Cree que sus estudios más recientes en ratas aportan un punto de vista más realista y mejor documentado sobre los riesgos de los ensayos de alimentación durante 90 días que forman la base de las aprobaciones de cultivos modificados, ya que tres meses es sólo el equivalente de la primera fase de la edad adulta en ratas.
El francés José Bove, vicepresidente de la comisión de agricultura del Parlamento Europeo y conocido opositor de los transgénicos, pidió la suspensión inmediata de todas las cosechas y autorizaciones de importaciones de cultivos genéticamente modificados en la Unión Europea (UE).
El estudio probablemente también generará roces en Estados Unidos, donde quienes se oponen a los transgénicos luchan en California por lograr que se retiren todos los alimentos genéticamente modificados de la cadena alimenticia.


¿Qué hay de malo con Monsanto?

Uno puede preguntarse lo que Monsanto (la mayor compañía mundial de semillas cuyo ingreso neto para el primer trimestre del año fiscal 2012 totalizó $126 millones de dólares (frente a $9 millones en el 2011)) ha hecho para haber ganado la ira de tales.
La lista es larga, con altas probabilidades de convertirse en una novela, pero para resumir,  Monsanto ha creado algunos de los productos más peligrosos del planeta, incluyendo el Agente Naranja (Agent Orange), dioxinas, la hormona recombinante del crecimiento bovino (rBGH - recombinant Bovine Growth Hormone)... y semillas modificadas genéticamente.
Esta última es una de las preocupaciones más urgentes, porque los cultivos transgénicos son ahora uno de los pilares de la agricultura estadounidense.
El 90% o más de todo el maíz, la soya, la canola (así es, aparte del aceite ser inflamatorio y malo para el corazón, también esta modificado genéticamente) y remolacha azucarera cultivados en Estados Unidos son versiones genéticamente modificadas, lo que significa que prácticamente todos los alimentos procesados ​​contienen al menos uno o más ingredientes genéticamente modificados.
Los alimentos transgénicos son, de lo que yo percibo, una de las amenazas más importantes que tenemos contra la propia sostenibilidad de la raza humana.
¿Por qué?
En pocas palabras, estas toxinas se están vinculando a un repertorio cada vez mayor de ataques contra la salud humana y el medio ambiente - y ya están migrando hacia la sangre del feto, lo que significa que las generaciones futuras están en riesgo.

 

Monsanto está destruyendo el sistema alimenticio a través de sus cultivos de Organismos Genéticamente Modificados (OGMs)

Prácticamente la totalidad de las reclamaciones de beneficios de los cultivos transgénicos - el aumento de los rendimientos y de producción de alimentos, control de plagas y malas hierbas,  reducciones en el uso de químicos en la agricultura, semillas resistentes a la sequía - no se han materializado.
El informe Global Citizens' Report of the State of GMOs (archivo en formato PDF) establece lo siguiente:
  • Contrariamente a la afirmación de la capacidad de alimentar al mundo, la ingeniería genética no ha aumentado el rendimiento de un solo cultivo.
  • Los cultivos tolerantes a los herbicidas (Roundup Ready, llamados así por el herbicida llamado Roundup y que se traduce literalmente a "Listo para el Roundup) se suponían que controlaban las malezas y los cultivos Bt, toxina que se codifica dentro del maíz para protegerlo contra las plagas, tenían la intención de controlarlas. En lugar de controlar las hierbas y plagas, los cultivos transgénicos han conducido a la aparición de súper malezas y súper plagas. Los cultivos resistentes a herbicidas tales como el algodón Roundup Ready pueden crear el riesgo de súper malezas, que son resistentes a los herbicidas, por medio de la transferencia de herbicidas a las hierbas.
  • Pese a las afirmaciones de que los organismos genéticamente modificados reducirán los niveles de sustancias químicas (pesticidas y herbicidas) utilizados, todo lo contrario ha ocurrido, con 725 millones de kilos de glifosato (el ingrediente activo presente en el herbicida Roundup) que se aplican solamente al suelo americano en el 2007.
  • Esto es motivo de gran preocupación tanto por los impactos negativos de estos productos químicos en los ecosistemas y en los seres humanos, y porque existe el peligro de que el aumento de uso de sustancias químicas causara que plagas y malezas desarrollen resistencia a estas, lo que requerirá más cantidad de productos químicos con el fin de controlarlas.
  • Monsanto ha estado diciendo que a través de la ingeniería genética puede producir cultivos tolerantes a la sequía y otras características resistentes al clima. Se trata de una falsa promesa.
  • Entre las afirmaciones falsas realizadas por Monsanto y la industria de la biotecnología es que los alimentos transgénicos son seguros. Sin embargo, hay estudios lo suficientemente independientes para demostrar que los alimentos transgénicos pueden causar daños graves para la salud.
Gracias al glifosato, el ingrediente activo en el herbicida no selectivo de amplio espectro llamado Roundup que se rocía sobre áreas masivamente cultivadas en Estados Unidos de soya transgénica, algodón y maíz cada año, las súper malezas están creciendo a un ritmo alarmante. Se estima que más de 130 tipos de malezas que abarcan 40 estados de EE.UU. son ahora resistentes a los herbicidas, y las súper malezas no están mostrando señales de detenerse. De hecho, la situación está empeorando progresivamente.
Las malezas extremadamente resistentes al Roundup ya están impulsando los costos y reduciendo los rendimientos para los agricultores de Estados Unidos. Y con las reservas mundiales de alimentos ya tensas, la disminución de la producción de cultivos es un problema grave.
Además, la creación de estas súper malezas está llevando a los agricultores a empapar sus campos con cantidades crecientes de herbicidas en un intento desesperado para detener su propagación.
Junto con la devastación del medio ambiente, investigación publicada en 2010 mostró que el glifosato, en niveles mucho más bajos de los que se utilizan en aplicaciones agrícolas y de jardín, causa defectos de nacimiento en las ranas y los embriones de pollo. Numerosos estudios en animales sugieren que problemas reproductivos son un efecto secundario común de la exposición al glifosato y del consumo de los cultivos genéticamente modificados Roundup Ready.
Muy sorprendentemente, la cantidad de residuos de glifosato a la podemos estar expuestos por medio de los alimentos es muy alta, y está muy cerca del límite máximo de residuos (LMR) legalmente autorizado. De acuerdo con el experto de OGMs, Jeffrey Smith, hay tanto glifosato en la soya modificada que cuando que se introdujeron, ¡Europa tuvo que aumentar sus niveles 200 veces de los permitidos!
Para obtener más información, por favor escuchen esta entrevista (en inglés) interesantísima con el Dr. Don Huber, un experto en un área de la ciencia que estudia la toxicidad de los alimentos genéticamente modificados.
 

Por qué los alimentos transgénicos deben ser etiquetados con el signo de una calavera

Monsanto quiere que simplemente confiemos en ellos porque son los "expertos" y porque sus estudios financiados por la misma industria "prueban" que sus alimentos modificados son seguros. Sin embargo, estos mismos expertos también nos dijeron que los PCBs (bifenilos policlorados), el Agente Naranja, y el DDT eran seguros, y ahora sabemos que esas afirmaciones estaban lejos de ser verdad.
Por supuesto, en términos de formalidad, hay una gran diferencia entre la ciencia empresarial,  que tiende a favorecer y apoyar principalmente a los intereses corporativos, y la ciencia independiente llevada a cabo sin prejuicios preconcebidos. Los científicos han, de hecho,  descubierto una serie de problemas de salud relacionados con los alimentos modificados genéticamente, entre ellos:
  • Un análisis de 19 estudios en animales revelaron que casi el 10% de la sangre, la orina, los órganos y demás parámetros evaluados fueron significativamente influenciados por los OGMs,  siendo el hígado y los riñones los más afectados.
  • Un estudio realizado en Brasil en el 2009 descubrió que las ratas hembras alimentadas con soya GM durante 15 meses mostraron cambios significativos en su útero y el ciclo reproductivo, en comparación con las ratas alimentadas con soya orgánica o aquellas criadas sin la soya.
  • Un estudio realizado por Irina Ermakova de la Academia Nacional Rusa de Ciencias (Russian National Academy of Science) informó que más de la mitad de los bebés de ratas madres alimentadas con soya GM murió en las tres semanas, mientras que la tasa de mortalidad en el grupo alimentado con soya no modificada genéticamente fue sólo del 10%. Además, los bebés en el grupo GM fueron más pequeños, y lo peor de todo, no pudieron reproducirse. En una coincidencia reveladora, después de que los ensayos de alimentación de Ermakova se completaron, su laboratorio comenzó a alimentar a todas las ratas en las instalaciones comida comercial de rata que contenía soya transgénica. Dentro de dos meses, ¡la mortalidad infantil en toda la instalación alcanzó hasta un 55%!
  • La leche tratada con la hormona de crecimiento bovino genéticamente modificada (rBGH) que Monsanto desarrolló, contiene altos niveles de la hormona llamada factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1), y que es vinculada cuando se presenta en cantidades altas (no normales), a cáncer de mama, próstata y colon en los seres humanos.
 

¿Cómo evitar los alimentos Genéticamente Modificados?

Muchos de ustedes probablemente no entienden la magnitud de como los alimentos genéticamente modificados se encuentran en todas partes de la cadena alimenticia.
El hecho es que los alimentos genéticamente modificados son tan comunes en los Estados Unidos que si se escoge al azar un artículo de las estanterías de alguna tienda de comestibles, uno tiene la oportunidad de un 75% de escoger un alimento con ingredientes modificados genéticamente. Esto se debe porque por lo menos 7 de cada 10 artículos han sido modificados genéticamente.
 
Aquí te presento cuatro pasos sencillos para reducir tu consumo de alimentos genéticamente modificados tanto como sea posible:
  • Reducir o eliminar los alimentos procesados ​​en tu dieta. El hecho de que el 75% de los alimentos procesados ​​contienen ingredientes modificados genéticamente es sólo una de las muchas razones para seguir una dieta de alimentos integrales.
  • Lee las etiquetas de los productos y alimentos. La soya y el maíz cultivados de forma convencional constituyen la mayor parte de los cultivos genéticamente modificados. Los ingredientes hechos a base de estos alimentos incluyen el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), harina de maíz*, dextrina, almidón, salsa de soya, margarina y el queso de soya (también conocido como tofu).
  • Comprar productos orgánicos. Por definición, los alimentos que se certifican como orgánicos deben estar libres de organismos genéticamente modificados, sin pesticidas y fertilizantes artificiales y en el caso de los animales, que estos sean criados sin el uso rutinario de antibióticos, ni productos promotores del crecimiento u otras drogas. Además, el ganado que ha sido alimentado propiamente con pastos (algunos criadores los alimentan los últimos 3 meses con granos) no ha sido alimentado con maíz GM. No te pierdas del artículo "9 Pasos Para La Salud Perfecta – Paso # 3: Come Comida de VERDAD" y la serie (2 partes) "¿Por qué la carne orgánica es la mejor?" que hablan de como la carne orgánica es un producto completamente diferente al convencional y de sus beneficios para tu salud.
  • Revisa calcomanías en productos como frutas y verduras (ejemplos de etiquetas). El código de PLU (Price Look Up; en México se usa el mismo término) en las etiquetas de las frutas y verduras cultivadas convencionalmente se compone de 4 números, las de cultivo orgánico tienen 5 números precedidos por el número 9, y las que son genéticamente modificadas tienen 5 números precedidos por el número 8. Las cajeras de supermercados tienden a tener estos números cerca para marcar estos productos sin necesidad de pegarles un código de barras.

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